Misión Verde es una iniciativa conjunta de la Asociación Guardianes del Ambiente (A.Gu.A) y de un Equipo de Trabajo conformado por Estudiantes de la Licenciatura en Gestión Ambiental Urbana (UNLa). Nuestro propósito es construir nuevos valores, utilizando a la Educación Ambiental como camino para lograr un cambio de actitudes en las personas. Se desea que primero se realice a nivel personal y luego con aquellos que los rodean, de esta manera el cambio de actitud de un solo individuo imprimirá un cambio en el destino de una nación y, más aun, en el destino de toda la humanidad.
Aspiramos a crear sensibilidad, valores y actitudes para que los individuos,
con actitud critica y reflexiva sobre las relaciones hombre-naturaleza, puedan transformar el medio para su bienestar sin poner en peligro el bienestar de futuras generaciones y la vida sobre el planeta.

domingo, 17 de julio de 2011

Conociendo a los invitados del Congreso: Fatima Almeida

Fatima Almeida es la Vice Presidenta de CEI ( Caretakers of the Environment International,  es decir, Guardianes del Ambiente Internacional ),  una red global de educadores y estudiantes de secundaria activos en la educación ambiental.

Fatima Almeida es Afiliada de la Carta de la Tierra Internacional de Portugal. Ella ha estado haciendo las conexiones entre los valores de la Carta de la Tierra y el trabajo realizado durante las Conferencias de CEI.

En Setiembre del 2011, la sede de CEI en Argentina va a organizar una Congreso sobre educación ambiental y participación ciudadana, en la Universidad Nacional de Lanús. Durante este Congreso, Fatima Almeida va a ofrecer un taller sobre Carta de la Tierra.

La "Iniciativa de la Carta de la Tierra" es una red global y diversa de personas, organizaciones e instituciones que participan en la promoción y en la implementación de los valores y los principios de la Carta de la Tierra.

¿Qué es la Carta de la Tierra?


La Carta de la Tierra es una declaración de principios éticos fundamentales para la construcción de una sociedad global justa, sostenible y pacífica en el Siglo XXI. La Carta busca inspirar en todos los pueblos un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad compartida para el bienestar de toda la familia humana, de la gran comunidad de vida y de las futuras generaciones. La Carta es una visión de esperanza y un llamado a la acción.

La Carta de la Tierra se preocupa especialmente por la transición hacia formas sostenibles de vida y el desarrollo humano sostenible. Por lo tanto, la integridad ecológica es uno de sus temas principales. Sin embargo, la Carta reconoce que los objetivos de la protección ecológica, la erradicación de la pobreza, el desarrollo económico equitativo, el respecto a los derechos humanos, la democracia y la paz son interdependientes e indivisibles. Por consiguiente, el documento ofrece un nuevo marco ético integral inclusivo para guiar la transición hacia un futuro sostenible.

La Carta es el producto de un diálogo intercultural que se llevó a cabo durante toda una década a nivel mundial en torno a diversos objetivos en común y valores compartidos. El proyecto de la Carta de la Tierra comenzó como una iniciativa de las Naciones Unidas, pero se desarrolló y finalizó como una iniciativa de la sociedad civil. En el año 2000, se concluyó el documento y la Comisión de la Carta de la Tierra, una entidad internacional independiente, la dio a conocer públicamente como una carta de los pueblos.

La redacción de la Carta de la Tierra abarcó el proceso más inclusivo y participativo que se haya efectuado jamás en torno a la creación de una declaración internacional. Este proceso es precisamente la fuente de su legitimidad como marco ético rector. La legitimidad del documento se ha fortalecido aún más mediante el respaldo obtenido de más de 4,800 organizaciones, lo que incluye a diversos organismos gubernamentales e internacionales.

A la luz de esta legitimidad, una creciente cantidad de juristas internacionales reconoce que la Carta de la Tierra está adquiriendo un estatus de documento de ley blanda. Se considera que este tipo de documentos, tal como la Declaración Universal de Derechos Humanos, son moralmente vinculantes, aunque no en el plano jurídico, para los gobiernos estatales que aceptan avalarlos y adoptarlos. Por lo general, estos documentos establecen la base para el desarrollo de una ley dura.

En un momento en que se necesita con urgencia la generación de importantes cambios en la forma en que pensamos y vivimos, la Carta de la Tierra nos desafía a examinar nuestros valores y a escoger un rumbo mejor. En un momento en que la educación para el desarrollo sostenible se ha transformado en un elemento esencial, la Carta de la Tierra ofrece un instrumento educativo muy valioso. En un momento en que se necesitan cada vez más las alianzas internacionales de trabajo, la Carta de la Tierra nos exhorta a buscar aspectos en común en medio de nuestra diversidad y a adoptar una ética global que comparte una creciente cantidad de personas en todo el mundo.
http://earthcharterinaction.org/contenido/

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